Ejemplo de lo anterior es su desempeño como alcalde de Chillán, diputado por Los Ángeles, comandante en jefe del Ejército patriota, Director Supremo de Chile.
Fue un valiente guerrero que rompió el cerco realista en la Plaza de Rancagua, que logró un gran triunfo en Chacabuco y protagonizó el Abrazo de Maipú con el general argentino José de San Martín. Se caracterizó como gran estadista al afianzar los valores republicanos: abolir los títulos de nobleza, dictar varias constituciones durante se mandato, crear escuelas públicas, la Escuela Militar y el Cementerio General. Chile le ha hecho justicia al levantarle, con su nombre, plazas, parques, monumentos, calles y avenidas. Es el homenaje que merece ser el más grande de todos los chilenos.